Ya ha pasado casi un año desde que la repentina muerte de Robin Williams sorprendiera al mundo entero. Su propia familia quedó destrozada al enterarse de que el actor de 63 años se había quitado la vida tras sufrir años de depresión y un principio de párkinson. El fallecimiento de Williams unió a la familia, pero ahora, se enfrentan los unos con los otros por la herencia de la estrella de Hollywood en los tribunales.
Robin Williams dejó un vacío muy grande tanto a su propia familia como a sus incondicionales fans. Antes de quitarse la vida, el actor hollywoodense dejó bienes a sus hijos, algo que no le gustó a su última mujer con la que llevaba casada apenas tres años.
Susan Schneider quiere que los objetos que hay en la casa de Tiburón, en California, en la que se suicidó su esposo el agosto pasado, queden en sus manos, lo que le ha llevado a disputarse en los tribuales de EEUU.
En un comunicado emitido por los abogados de los hijos de Williams, Zachary, Zelda y Cody indican que la viuda está "actuando contra los deseos del actor desafiando los planes que había previsto en su testamento".
En algunos documentos presentados en diciembre del año pasado, la viuda sostiene que algunos de los recuerdos del cómico fueron tomados sin su permiso por los hijos mayores de éste.
fuente: NiusMedia