Hoy en día, Cara Delevingne está triunfando en Hollywood a lo grande, pero su adolescencia estuvo marcada por problemas de depresión y pensamientos suicidas. A los 16, la modelo comenzó a tomar pastillas antidepresivas que, por lo que dos años después decidió abandonar el tratamiento con la esperanza de experimentar las vivencias típicas de cualquier adolescente, como “perder la virginidad”.
Cara confesó a la revista Esquire que a los 18 años, luego de abandonar el tratamiento perdió su virginidad. “Esa semana perdí la virginidad, me metí en peleas, lloré, reí… Fue lo mejor del mundo, poder sentir todas esas emociones. Y seguía teniendo depresión, pero prefería intentar lidiar con ello por mi cuenta que depender de los medicamentos. Odio las pastillas. No quiero medicarme. Es muy fácil que te acabes volviendo adicta a ellas”.
Esta oscura etapa por la que estaba atravesando Cara se originó a raíz de la crisis emocional que vivió en sus años escolares, que la llevó a tener tendencias suicidas.
“Cuando era una adolescente, con las hormonas revolucionadas y la presión de la edad por cosas como querer sacar buenas notas en la escuela, tuve una crisis emocional. Tuve tendencias suicidas. No podía lidiar con todo. Me daba cuenta de lo privilegiada y afortunada que era, pero lo único que quería era morirme. Me sentí muy culpable por pensar así y me odiaba a mí misma, era un círculo vicioso. No quería existir. Quería que cada molécula de mi cuerpo se desintegrara. Quería morir”, confesó la actriz.
Afortunadamente, Delevingne, quien anunció su retirada del mundo de la moda en agosto de 2015 para dedicarse a la actuación, ha conseguido superar esa etapa y ahora disfruta de su vida en parte gracias a la relación sentimental que mantiene con St. Vincent.
“Ella es el amor de mi vida. Y cuando encuentras el amor verdadero miras hacia atrás, a tus relaciones pasadas, y piensas: ‘Oh, eran bastante destructivas'”, añade.
Con información de TKM