Un estudio dirigido por Katie Anderson, una investigadora en ciencias aplicadas de la Universidad de Southbank, en Londres, ha sugerido que la sustancia puede impulsar a los miembros de la relación a discutir ciertos temas "libres de miedos". El MDMA ayuda a las parejas a discutir sus problemas "libres de miedos". Facilita tratar temas complejos como fantasías sexuales, infidelidad o memorias difíciles.
Dentro de lo que Anderson llama la "Burbuja de MDMA", las parejas reportaron que ciertas conversaciones que de otra forma les hubieran resultado difíciles les parecieron "orgánicas" y naturales". Además, decían poder comprender a su pareja a un nivel más profundo.
"Hubo algunas experiencias de pareja donde el sentido de proximidad que el MDMA había creado era tan profundo que la frontera más fundamental de todas se había disipado: la que hay entre el yo y el otro" dijo.
Sentí como si estuviéramos fundidos juntos. Como si fuéramos uno.
"No éramos dos personas, éramos solo una" le explicó una pareja. Otra le describió la experiencia de tomar MDMA en la bañera y cómo "la luz tenue y el entorno acuoso parecían precipitar la fluidez de uno mismo, "Sentí como si estuviéramos fundidos juntos. Como si fuéramos uno".
Tanto los participantes femeninos como los masculinos reportaron sentirse emocionalmente más vulnerables y abiertos gracias a la droga. El MDMA creó un "borrón y cuenta nueva", contó una de las parejas.
"Los sentimientos que surgieron dentro de la "burbuja" pervivieron después de que la droga dejase de hacer efecto" explicó Anderson. "Todos recordaban sus experiencias". Aunque algunos temían que estuvieran "desarrollando un romance químico", después pudieron comprobar que los sentimientos de cercanía perduraron.
Para su estudio, Anderson les preguntó a parejas de entre 24 y 60 años que hubieran tomado MDMA juntos al menos cinco veces, para que pudiera describir como sus experiencias habían influido en la relación. En la primera etapa entrevistó a las 10 parejas seleccionadas. En la segunda, analizó sus diarios y realizó entrevistas individuales.
Los sentimientos que surgieron dentro de la "burbuja" pervivieron después de que la droga dejase de tener efecto.
El MDMA es una sustancia psicoactiva sintética que dispara los niveles de felicidad y euforia, además de los niveles de energía. Pero el MDMA tiene otra propiedad indispensable en este estudio: potencia la empatía. Como actualmente sigue siendo una sustancia ilegal, tiene los riesgos que todas las sustancias adquiridas en un mercado negro pueden tener, y es habitual encontrarlo cortado con otros químicos peligrosos.
También afecta a la temperatura corporal, por lo que que algunas personas (generalmente aquellas que no están bien informadas de los riesgos y precauciones a tener en cuenta) pueden deshidratarse o beber cantidades peligrosamente elevadas de agua.
Sin embargo, Anderson y otros investigadores están trabajando para entender cómo las sustancias psicoactivas puras controladas en laboratorios podrían ser usadas en terapia. El año pasado, la Agencia de Control de Drogas aprobó el uso de MDMA en un estudio sobre el trastorno de estrés postraumático.
"En 10 años nadie se inmutará cuando digas que vas a ir a una sesión de psicoterapia asistida con MDMA" dijo Anderson. "La evidencia científica está jugando a favor de la seguridad y la eficiencia de estas terapias, y el público responderá a eso".
Me gustaría ver el estigma desaparecer para que podamos dirigir estudios que nos den evidencias reales sobre el el valor potencial y el peligro de las drogas ilegales.
" Las encuestas ya sugieren que la opinión pública sobre la regularización de otras drogas, en este caso el cannabis, ha cambiado un 47% a favor de la venta de locales con licencia" explicó.
También añadió que el estigma en torno a este tipo de investigaciones. "Me gustaría ver el estigma desaparecer para que podamos dirigir estudios que nos den evidencias reales sobre el el valor potencial y el peligro de las drogas ilegales".
Con información de PlayGround