Hace 90 años fue creada la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood y, para reconocer los logros de sus miembros más sobresalientes, se decidió realizar una ceremonia anual.
En una cena que se realizó el Salón Crystal del Hotel Biltmore, en el centro de Los Ángeles, se acordó realizar el evento cada año y así fomentar la excelencia en todas las áreas involucradas en una producción cinematográfica. Pero ¿qué premio físico se le entregaría a quienes se llevaran el reconocimiento?
Fue Cedric Gibbons, director de arte de la MGM, el responsable de diseñar la estatuilla. El cineasta creó el boceto del premio que ahora todos conocemos, un caballero que sujeta una espada sobre un rollo de película.
Poco después, la Academia seleccionó al escultor de Los Ángeles, George Stanley, para realizar el diseño en tres dimensiones.
El carrete de película presenta cinco rayos, que representan las cinco ramas originales de la Academia actores, directores, productores, técnicos y escritores.
Aunque la estatuilla sigue siendo fiel a su diseño original, el tamaño de la base varió en 1945, cuando se adoptó el estándar actual.
Desde entonces, cada año se entrega a las personalidades más destacadas de la industria una presea de bronce sólido chapada en oro de 24 quilates, la cual mide 33 centímetros y pesa 3.64 kilogramos.
¿Por qué se le dice Oscar?
Oficialmente nombrado el Premio de la Academia de Mérito, la estatuilla es mejor conocida por su apodo, Oscar. Si bien los orígenes del apodo no son claros, una historia popular cuenta que, al ver el trofeo por primera vez, la bibliotecaria de la Academia (y eventual directora ejecutiva), Margaret Herrick, comentó que el hombre del premio se parecía a su tío Oscar.
Aunque en 1934, Sidney Skolsky, columnista de Hollywood, utilizó el apodo cuando escribió sobre la victoria de la primera actriz Katharine Hepburn, no fue sino hasta 1939 que la Academia decidió adoptar el apodo oficialmente.
Fuente: multimedios
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