Científicos chinos secuenciaron por primera vez el genoma de la cucaracha americana, de interés por su éxito en adaptarse a los entornos humanos, ya que llegó al Nuevo Mundo en barcos desde África.En su artículo publicado en la revista Nature Communications, los científicos explican que este insecto tiene aproximadamente 20,000 genes, sorprendentemente cerca del número de genes humanos.
El genoma se encuentra entre los más grandes del mundo de los insectos, más pequeño que el de la langosta, aunque muchos de sus segmentos, parecían ser repetitivos.
Pero quizás lo más importante es que el equipo descubrió que la cucaracha tiene genes que le dan un fuerte sentido del olfato, algunos que lo ayudan a combatir infecciones (que lo ayudan a prosperar en lugares sucios) y otros que lo ayudan a desintoxicarse cuando consume comida tóxica.
También tiene genes que confieren inmunidad y ayudan a metabolizar una amplia gama de alimentos, incluidos, señalan, algunos ingredientes que se encuentran en los insecticidas.
Descubrieron que también tenía genes que evitan una variedad de dolencias y otros genes que vuelven a crecer miembros perdidos. Los investigadores también encontraron una gran cantidad de genes relacionados con el desarrollo físico, lo que permite que el insecto crezca tanto y mude muchas veces en el proceso.
Los investigadores sugieren que la cucaracha americana tiene un genoma que le proporciona las herramientas necesarias para existir en un entorno de ambientes a veces hostiles, lo que explica cómo se ha convertido en el insecto más grande que vive entre los humanos.
Los investigadores informan que no encontraron evidencia que indique que el insecto pudiera sobrevivir a un holocausto nuclear.
La secuenciación del genoma de la plaga, anotan los investigadores, es probable que ofrezca muchos beneficios, como aprender cómo es capaz de sobrevivir en ambientes que matarían a la mayoría de otros insectos y animales, o cómo es capaz de regenerar extremidades.
También existe la posibilidad de que al estudiar el genoma de la cucaracha, los científicos algún día encuentren la forma de erradicarlos.
fuente: multimedios
El genoma se encuentra entre los más grandes del mundo de los insectos, más pequeño que el de la langosta, aunque muchos de sus segmentos, parecían ser repetitivos.
Pero quizás lo más importante es que el equipo descubrió que la cucaracha tiene genes que le dan un fuerte sentido del olfato, algunos que lo ayudan a combatir infecciones (que lo ayudan a prosperar en lugares sucios) y otros que lo ayudan a desintoxicarse cuando consume comida tóxica.
También tiene genes que confieren inmunidad y ayudan a metabolizar una amplia gama de alimentos, incluidos, señalan, algunos ingredientes que se encuentran en los insecticidas.
Descubrieron que también tenía genes que evitan una variedad de dolencias y otros genes que vuelven a crecer miembros perdidos. Los investigadores también encontraron una gran cantidad de genes relacionados con el desarrollo físico, lo que permite que el insecto crezca tanto y mude muchas veces en el proceso.
Los investigadores sugieren que la cucaracha americana tiene un genoma que le proporciona las herramientas necesarias para existir en un entorno de ambientes a veces hostiles, lo que explica cómo se ha convertido en el insecto más grande que vive entre los humanos.
Los investigadores informan que no encontraron evidencia que indique que el insecto pudiera sobrevivir a un holocausto nuclear.
La secuenciación del genoma de la plaga, anotan los investigadores, es probable que ofrezca muchos beneficios, como aprender cómo es capaz de sobrevivir en ambientes que matarían a la mayoría de otros insectos y animales, o cómo es capaz de regenerar extremidades.
También existe la posibilidad de que al estudiar el genoma de la cucaracha, los científicos algún día encuentren la forma de erradicarlos.
fuente: multimedios
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